Repasando una propuesta de investigación de la Dra. Fatone y recordando los modelos de encajes que hemos podido ver en la reunión anual de AOPA, ansío recopilar información acerca de la nueva tendencia de rebajar la altura a los límites de corte en los encajes transfemorales.
La idea, según la Dra. Falcone, es liberar todos los movimientos de la cadera manteniendo el control sobre el pistoneo y teniendo en cuenta la rigidez mínima necesaria para una transferencia de carga efectiva y estable.
La utilización de encajes con vacío elevado es pionera en mostrar encajes de estas características. En esta técnica la estanqueidad necesaria para lograr vacío se consigue con una manga proximal que termina el cierre. Para esto es necesario rebajar los límites del encaje hasta permitir el sello de la manga.
Estos diseños han dado buenos resultados en multitud de versiones, tanto en encajes tradicionales con bomba asistida y liner, como en encajes más complicados donde se utilizan dos encajes rígidos o uno flexible y uno rígido logrando uno de ellos el vacío y el otro la estabilidad del segmento en carga.
Batzdorff, precursor en estos sistemas, hace un balance de las diferentes técnicas y bombas utilizadas para estos fines en su conocido blog de vacío.
Dos son las dudas a priori sobre esta tendencia:
¿Un contacto más distal es soportable por todos los pacientes?
¿Todas las longitudes de muñones son capaces de asegurar la carga con un encaje más corto?
Según un estudio de elementos finitos del centro de prótesis y ortesis de Northwestern University, sobre el comportamiento de un bastidor rígido sobre un encaje flexible, apunta que las zonas de presión en carga no son tan uniformes e incluso se podría reducir el bastidor hasta concretar las zonas que reciben mas carga.
Estaremos al corriente de los nuevos estudios e incluso probaremos en breve con alguno de nuestros pacientes. Os mostraremos los resultados.
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